Ya sea que apenas empieces a programar, o seas un desarrollador experimentado, preparar tu ambiente de desarrollo es una actividad de la que no te puedes escapar, y necesaria para cualquier proyecto. Pero, ¿qué significa tener un ambiente de desarollo?
Vamos por pasos, porque depende tanto del proyecto, como de las preferencias del desarrollador, y las herramientas a su disposición. Es difícil decidir por dónde empezar. Lo más básico es un simple editor de texto y un compilador o un intérprete, según el lenguaje seleccionado para el desarrollo. Podemos tomar por ejemplo a Java o C, y el proyecto más simple, imprimir un “hola mundo”. La ejecución la podemos escribir con un nano en linux, o el bloc de notas en windows. Ejecutamos el compilador y generamos un nuevo archivo, el ejecutable. Si usamos un lenguaje interpretado, como bash o python, solo ejecutamos el intérprete y pasamos como parámetro el archivo de texto. Ese es todo nuestro ambiente de desarrollo.
Conforme avanzamos y hacemos cosas no tan triviales, comienzan a aparecer los errores. Para evitarlos, cambiamos el editor de texto por uno que adicionalmente tenga un corrector de sintaxis, y ya es posible notar algunos antes de compilar. Con la complejidad de los proyectos, aumentan el número de archivos y necesitamos tener varias ventanas abiertas. También debemos agregar librerías y añadir parámetros que las incluyan al momento de compilar. Entonces nos mudamos a un ambiente integrado de desarrollo (IDE).
El IDE facilita en gran medida el proceso. Se le puede configurar un depurador, tiene revisión de sintaxis, y se configuran librerías adicionales a compilar. También se conectan con repositorios de código, facilitando el versionaiento y despliegue. Hay IDEs especializadas por lenguaje, multilenguaje y multiplataforma. Android Studio, por ejemplo, está enfocado en aplicaciones móviles, mientras que Visual Studio tiene todos los elementos para desarrollar aplicaciones se ejecutarán en Windows. Eclipse, por poner otro ejemplo, es un IDE en java, por lo que se puede ejecutar tanto en Windows como Linux, y se puede desarrollar utilizando varios lenguajes.
Actualmente, el ambiente de desarrollo puede ser el mismo que el de producción mediante el uso de contenedores como Docker. Con este enfoque nos aseguramos que todas las librerías y configuraciones realizadas en el proyecto se lleven correctamente a un ambiente productivo. Otro avance es el uso de la inteligencia artificial (AI) para apoyar en el desarrollo. Aquí no puedo comentar mucho porque aún no he usado estas herramientas. Pero por lo que he leído, son de gran ayuda. Ya comentaré cuando las pueda probar.
La última pieza a tomar en cuenta, son las dependencias de sistemas externos, como bases de datos o interfaces de aplicación (APIs). Algunas se podrán instalar de forma local, otras solo estarán disponibles de forma remota. De cualquier manera, hay que hacer los ajustes apropiados para su correcta interacción e integración con el desarrollo del proyecto.
Como se puede ver, hay muchas variables a tomar en cuenta cuando se configura un ambiente de desarrollo. Sin embargo, una vez listo, el foco pasa completamente al proyecto, para que se desarrolle con la mayor rapidez posible y con el menor número de errores.